
La Haya, Países Bajos – Julio 2025. La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido una orden de arresto contra Joseph Kony Jr., presunto líder del resurgido Ejército de Resistencia del Señor (LRA) en Sudán del Sur, por crímenes de lesa humanidad y reclutamiento forzado de niños soldados. La decisión, anunciada este lunes por la fiscalía de la CPI, marca un nuevo capítulo en la larga búsqueda de justicia por uno de los grupos armados más brutales de la historia reciente de África.
Un legado de terror que resurge
Aunque el LRA fue debilitado en la década de 2010, tras la muerte de su fundador Joseph Kony (padre), nuevas células han reaparecido en zonas remotas de Sudán del Sur, República Centroafricana y la República Democrática del Congo. Según la ONU, desde 2023, estos grupos han secuestrado a más de 200 niños, a quienes obligan a combatir, cometer asesinatos o servir como esclavos sexuales.
“Este no es un caso cerrado. La impunidad ha permitido que el terror se reproduzca”, declaró Karim Khan, fiscal jefe de la CPI, durante la presentación de la orden de arresto.
Los cargos
Joseph Kony Jr. enfrenta siete cargos, entre ellos:
- Crímenes de lesa humanidad (asesinato, esclavitud, violación)
- Reclutamiento forzado de menores de 15 años
- Ataques deliberados contra civiles
- Destrucción intencional de aldeas y cultivos
La CPI solicitó a los 124 Estados parte del Estatuto de Roma que colaboren en su captura. Aunque ni Sudán del Sur ni Estados Unidos son miembros plenos, ambos han expresado apoyo a la cooperación en casos de crímenes atroces.
El papel de la comunidad internacional
La Unión Africana y la ONU han reforzado operativos conjuntos en la región del Gran Lago, con drones de vigilancia y unidades móviles de inteligencia. Además, organizaciones como Child Soldiers International trabajan en la rehabilitación de menores rescatados, muchos de los cuales sufren traumas severos y estigmatización al regresar a sus comunidades.
Una lucha por la memoria
Para miles de víctimas en Uganda, Sudán del Sur y la RDC, esta orden representa un rayo de esperanza. “Mi hermano fue secuestrado en 2004 y nunca volvió. Saber que su asesino podría enfrentar justicia me da paz”, dijo Grace Achieng, sobreviviente ugandesa, en una audiencia ante la CPI en 2024.
¿Qué sigue?
La orden de arresto no garantiza la captura inmediata, pero permite que cualquier país miembro de la CPI detenga a Kony Jr. si ingresa a su territorio. Mientras tanto, la fiscalía continúa recopilando testimonios y pruebas forenses en aldeas afectadas.
“La justicia puede tardar, pero no debe fallar”, concluyó Khan. “Cada niño secuestrado merece que su historia sea escuchada”.
